Nosotros como “hijos de Dios” contamos con un poder espiritual que afecta lo físico y lo material, lo económico y lo familiar si anunciamos la virtudes, no hay mejor manera que sea mediante nuestro testimonio, ya que nuestra actitud es mas poderosa que nuestras palabras y aunque haya personas que nos tildan de religiosos o fanáticos, no quieren que les defraudemos, ya que aunque ellos no lo digan, nosotros somos su esperanza para los tiempos que se están viviendo y vernos comprometidos con la iglesia les afectara positivamente. El liderazgo en la obra de Dios no es para uno, es para todos los llamados “hijos de Dios”
Nosotros como hijos de Dios, es bueno que le pidamos al Creador que nos conozcamos siempre mejor en nuestras aspiraciones y comprendamos mas de nuestras limitaciones, que logremos entender las dificultades de los demás, no sentirnos ajenos a los momentos de cansancio, momentos de sinsabores y desanimo, que no es pecado, que nuestra manera de pensar no nos divida, sino que nos una en acuerdo de lo revelado por la Palabra, que al construir nuestra propia vida, sueños y aspiraciones, no pisoteemos a los demás Pidamos a Dios que podamos ver por sus santos ojos llenos de un genuino amor que salga de nuestro corazón lleno de fraternidad.
Y que bueno que al final del camino, mas allá de todas las búsquedas, y después de cada encuentro, no haya vencidos ni vencedores, sino solamente "Hijos de Dios" caminando unánimes y teniéndolo todo en común.
CARLOS ERNESTO DÍAZ
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