viernes, 30 de septiembre de 2011

POR QUE TENGO QUE DAR PARA LAS MISIONES?

Porque Jesús dio una orden, no es una opción, es un imperativo: “Por tanto íd., y haced discípulos a todas las naciones…” ( Mateo 28:19 ) 
La tarea apostólica era y es llevar el Evangelio a todos los hombres de todos los tiempos. ¡Ninguna tarea es tan honorable como ésta! 
Las hazañas de los mayores héroes de la historia son nada, porque estos conquistaron las naciones para someterlas a su dominio y hacerlas miserables; mientras que los enviados de Dios (Misioneros) conquistaron y conquistan las naciones para Cristo y hacen a los hombres felices con las Buenas Nuevas de salvación. 
Esta Gran Comisión es parte de la entraña misma de la Iglesia, se tiene que ensanchar, porque es parte de su misma naturaleza. Nosotros con la naturaleza de Dios cumplimos con la Gran Comisión sí hacemos lo siguiente:
·       Clamo a Dios por los misioneros.
·       Ofrendo con la responsabilidad de hijo de Dios.
·       Enseñamos que el problema esta en la mente, no en las muchas letras o el desconocimiento de las mismas y antes de conocer las verdad de la salvación, tengo que entender que soy reacio a algo tan importante, porque tengo mi mente muy ocupada en el pasado, que me trae dolor, amargura, resentimiento, celos y hasta pienso que no hago plan del amor de Dios.

viernes, 23 de septiembre de 2011

CUANDO SE DA TODO, SE RECIBE TODO, SE ATRAE TODO

Hay personas que atraen mala suerte; hay personas que “se levantan con el pie izquierdo” entonces ese día les va mal; hay personas que  solo atraen desgracias, solo hablan de enfermedades, crisis, de dificultades familiares, amarguras y resentimientos.
Pero hay gente que solo atrae bendición tras bendición ; y esa gente  es la que siempre le busca el lado bueno a la vida, por lo tanto siempre busca bendecir, repartir, colaborar y por consecuencia atrae para si todas las bendiciones. Nosotros tenemos que ensanchar el circulo de conexiones, tenemos que agregar mas gente conocida a la lista de nuestros amigos, que nos alimente de Buena forma el mundo emocional, que nos traiga buenas nuevas y que todo lo vea desde el punto de vista “posible”   que nos bendigan y nos de la oportunidad de bendecirle.

La palabra bendecir, viene del griego  “elogiar” y es que cuando uno sabe elogiar a otra persona se esta alimentando mutuamente (sin hipocresías) ya que a la verdad, criticar es el lado fuerte de muchos seres humanos.

Interesante que en nuestro circulo de conocidos, amigos o hermanos, podamos  mas que “compartir” - “impartir todo lo bueno que  Dios nos ha dado. A Jesús la gente le seguía porque impartía bendiciones, se fue a un lugar desierto (Mateo 14:13) y allí le llegaron a pie desde todas las ciudades.  Jesús vio una gran multitud y tuvo compasn de ellos, sano a los enfermos y no solo esto, pensó en lo que los discípulos no podían  pensar...bendecir, dar, satisfacer necesidades y solo querían  quitarse de encima a la multitud para ir a descansar, pero Jesús solo pensaba en dar, por lo tanto dijo hay que darle de comer a esta gente, pero según nos lo narra  Lucas 6 los apóstoles solo sacaron lógicas económicas, Andrés dijo con inseguridad, aquí lo que hay es un muchacho con  cinco panes de cebada y dos pececillos (poco para el pesimista, mucho para el que conoce el poder de Dios)
Un joven que de su nombre ni se recuerdan, dijo para si, viendo la necesidad, “yo seria incapaz de comer  solo” entonces no compartió, sino impartió lo dio todo, no vio limites, no pensó que a lo mejor a él no le tocaría nada solo demostró que le había creído a Jesús, que en la manos de Él todo es posible, y  Jesús con la autoridad del Padre, dio gracias, los repartió entre los discípulos y los discípulos entre los que estaban recostados y todos comieron hasta que se “saciaron” y sobraron doce cestas. Solo podemos ampliar el circulo de los creyentes, cuando pensemos en los no creyentes y les compartamos con amor.
 
En 1963  Edwards Lorenz descubrió el efecto mariposa, pues un día se pregunto “si las grandes causas se debía a grandes efectos”  y si “las pequeñas cosas se debían a pequeños efectos. Y se pregunto  si el aleteo de una mariposa podría provocar un huracán y descubrió la ley de Lorenz que dice: “Todo es impredecible: un gran efecto  puede venir de un acto pequeño”
Una sonrisa, un abrazo, una llamada, saber escuchar, puede ser el comienzo de un aleteo que traiga una tormenta de bendición. La gente esta hambrienta de que alguien vaya a bendecirle, a darle, pero no de ver que puede dar, que puede hacer para solucionar una situación y a muchos hasta les cuesta darle un aplauso a Dios.
No podemos  esperar grandes sucesos en nuestra vida si no hemos iniciado con pequeños detalles que hayan hecho feliz a otra persona.
La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días.

CARLOS ERNESTO DIAZ

viernes, 2 de septiembre de 2011

ANTES DEL ÉXITO HAY EL EQUILIBRIO EN HUMILDAD

Siempre queremos tener éxito, pero antes nos acontecen cosas, que generalmente moldean nuestro carácter lo cual no es malo, ya que necesitamos aprender a disfrutar de las conquistas, sin perder nuestra actitud de humildad.

 No te vas a llevar tu trabajo para el cielo. No te vas a llevar para el cielo, algún reloj de oro, o algún trofeo que te hayas ganado. Te vas a llevar a ti mismo por eso necesitas desarrollar tu carácter porque Dios está más interesado en lo que te conviertas que en lo que haces. 

"También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades porque sabemos que nos ayudan a desarrollar resistencia. Y la resistencia desarrolla firmeza de carácter, y el carácter fortalece nuestra esperanza segura de salvación.” (Romanos 5:3-4)

Algunas personas no entienden bien acerca de la tentación. Piensan que una vez que se conviertan en cristianos, tienen que estar más allá de la tentación. Es importante darte cuenta que nunca dejarás de ser tentado. De hecho, entre más cerca estés de Dios, más te conviertes en un enemigo de Satanás y más va a tratar de tentarte. La buena noticia es que Dios te ha dado una mayor fuerza para resistir. Cuando estés tentado en el trabajo – a ser cruel, a enojarse, a ser orgulloso o codicioso – recuerda que cada tentación no solo es una oportunidad para hacer el bien, pero también es una oportunidad para desarrollar tu carácter
Por ejemplo, cuando te encuentres con un compañero molesto, la tentación para ti puede ser que te enojes con esa persona. Pero la Biblia dice; bendice a los que te maldicen y ora por los que te ofendan. Así que en vez de enojarte, úsalo como oportunidad de alabar a Dios. Di, “Señor, te doy gracias por esta persona y oro para que tenga un buen día. Oro para que te conozca y tu bendigas a esta persona.” Dos cosas van a suceder cuando hagas esto.

En primer lugar, Satanás se molestará porque estás alabando a Dios. Entre más alabes a Dios, menos Satanás va a usar esa tentación en tu vida.
En segundo lugar, te vas a dar cuenta que estás desarrollando tu carácter naturalmente al aplicar la Palabra de Dios en tu vida. Mi carácter de hijo de Dios no me permitirá ver que dejaron de hacer o que me hicieron, solo me permitirá mirar con amor al que me ofendió y procurar hacer lo que se dejo de hacer con mucho amor, no para ser visto, sino para adorar a Dios. Y que lindo es que de mi boca no salgan comentarios negativos, ni rencillosos que puedan poner a otro mal, sino por el contrario hacer uso del pacificador. Es una gran tentación hablar o escuchar comentarios negativos, pero es una gran bendición que yo pueda dominar mis impulsos humanos y no perder credibilidad de quienes me siguen por mi influencia.
El apóstol Pablo nos asegura que somos vencedores en Cristo Jesús y claro experimentaremos dificultades  que nos ayudaran a crecer y sabemos que mi Dios usa las diferentes pruebas de la vida, para edificar nuestro carácter y que además profundiza nuestra confianza en nuestro creador, lo cual nos da más seguridad  acerca del futuro.
Debemos por eso darle gracias a Dios, alabarle y adorarle en medio del desafío, ya que estamos subiendo de nivel espiritual. 

CARLOS ERNESTO DIAZ