viernes, 2 de septiembre de 2011

ANTES DEL ÉXITO HAY EL EQUILIBRIO EN HUMILDAD

Siempre queremos tener éxito, pero antes nos acontecen cosas, que generalmente moldean nuestro carácter lo cual no es malo, ya que necesitamos aprender a disfrutar de las conquistas, sin perder nuestra actitud de humildad.

 No te vas a llevar tu trabajo para el cielo. No te vas a llevar para el cielo, algún reloj de oro, o algún trofeo que te hayas ganado. Te vas a llevar a ti mismo por eso necesitas desarrollar tu carácter porque Dios está más interesado en lo que te conviertas que en lo que haces. 

"También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades porque sabemos que nos ayudan a desarrollar resistencia. Y la resistencia desarrolla firmeza de carácter, y el carácter fortalece nuestra esperanza segura de salvación.” (Romanos 5:3-4)

Algunas personas no entienden bien acerca de la tentación. Piensan que una vez que se conviertan en cristianos, tienen que estar más allá de la tentación. Es importante darte cuenta que nunca dejarás de ser tentado. De hecho, entre más cerca estés de Dios, más te conviertes en un enemigo de Satanás y más va a tratar de tentarte. La buena noticia es que Dios te ha dado una mayor fuerza para resistir. Cuando estés tentado en el trabajo – a ser cruel, a enojarse, a ser orgulloso o codicioso – recuerda que cada tentación no solo es una oportunidad para hacer el bien, pero también es una oportunidad para desarrollar tu carácter
Por ejemplo, cuando te encuentres con un compañero molesto, la tentación para ti puede ser que te enojes con esa persona. Pero la Biblia dice; bendice a los que te maldicen y ora por los que te ofendan. Así que en vez de enojarte, úsalo como oportunidad de alabar a Dios. Di, “Señor, te doy gracias por esta persona y oro para que tenga un buen día. Oro para que te conozca y tu bendigas a esta persona.” Dos cosas van a suceder cuando hagas esto.

En primer lugar, Satanás se molestará porque estás alabando a Dios. Entre más alabes a Dios, menos Satanás va a usar esa tentación en tu vida.
En segundo lugar, te vas a dar cuenta que estás desarrollando tu carácter naturalmente al aplicar la Palabra de Dios en tu vida. Mi carácter de hijo de Dios no me permitirá ver que dejaron de hacer o que me hicieron, solo me permitirá mirar con amor al que me ofendió y procurar hacer lo que se dejo de hacer con mucho amor, no para ser visto, sino para adorar a Dios. Y que lindo es que de mi boca no salgan comentarios negativos, ni rencillosos que puedan poner a otro mal, sino por el contrario hacer uso del pacificador. Es una gran tentación hablar o escuchar comentarios negativos, pero es una gran bendición que yo pueda dominar mis impulsos humanos y no perder credibilidad de quienes me siguen por mi influencia.
El apóstol Pablo nos asegura que somos vencedores en Cristo Jesús y claro experimentaremos dificultades  que nos ayudaran a crecer y sabemos que mi Dios usa las diferentes pruebas de la vida, para edificar nuestro carácter y que además profundiza nuestra confianza en nuestro creador, lo cual nos da más seguridad  acerca del futuro.
Debemos por eso darle gracias a Dios, alabarle y adorarle en medio del desafío, ya que estamos subiendo de nivel espiritual. 

CARLOS ERNESTO DIAZ

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