lunes, 2 de abril de 2012

ACEPTAR

Dios quiere que aceptes a otros del mismo modo que Jesús te aceptó. En fe, aceptamos la aceptación de Dios hacia nosotros – a través de Cristo – cuando éramos inaceptables, entonces amamos a Dios  libremente ofreciendo el mismo regalo – Su aceptación – a otros.

Amar a Dios y ser para otros, lo que Él es para nosotros.

Dios  siempre es y hace lo que es mejor para otros. Él tiene un amor no selectivo por todos los demás. Amar a Dios es tener - en fe - una preparación no selectiva de ser para otros… para todos los demás… alguna persona específica que Dios  envíe a tu camino. No podemos argumentar, para justificarnos y decir; “que peligroso es este lugar” ¿será que Dios no extendió su amor hasta ellos?

Debemos ver a otro como Dios los ve y no como han quedado por causa del pecado, el amor Verdadero, el amor de Dios, no es ciego, ve lo que aquellos que viven para sí mismos no ven. Reservamos nuestros juicios a fin que “Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman.” (1Corintios 2:9) entonces podemos ayudar a aquellos en necesidad. ¿Y si me pagan mal? No importa pues mi amor no debe ser interesado, mi amistad no debe ser interesada y todo lo que yo hago para los demás, lo hago para Dios y eso me ayuda a hacer tesoros en el cielo y aunque usted no lo crea de vez  en cuando se abren las ventanas de los cielos y nos llegan adelantos aquí a la tierra…….. ¡Qué rico verdad!

No solo es que lo leamos, sino que nos propongamos a practicarlo y es muy agradable y satisfactorio hacerlo, eso es más que religión.

Carlos Ernesto Díaz

No hay comentarios.:

Publicar un comentario