miércoles, 11 de abril de 2012

PERDIDOS

Siempre he reflexionado en estos días llamados de Semana Santa y la linda oportunidad de anunciar la verdad del evangelio ya que es un tiempo en que multitudes se agolpan ante ese sentir de culpabilidad o perdón y solo tropiezan con ritos o celebraciones que no le marcan el paso seguro a seguir en su pelegrinar por estas tierras, perdidos muchos y sin esperanza por que “No hay quien les predique”

El perdido es el que tiene un lugar fijo a donde llegar, pero no lo encuentra, o no sabe a dónde esta, es el que no está en el lugar correcto, es el que perdíó su rumbo. ¿Y cómo mas podemos llamar a aquel que su nombre está escrito en el Libro de la vida según nos lo manifiesta el libro de Apocalipsis en el capitulo 17 y la parte b del versículo 8

“Y los moradores de la tierra, cuyos nombres no se han escrito en el libro de la vida desde la fundación del mundo, se asombrarán al ver la bestia que era y no es, y que vendrá.(Mi opinión muy personal es que la bestia es la religión y que tanto mal le ha causado a la humanidad)  Y Filipenses 4:3 “Asimismo te ruego también á ti, hermano compañero, ayuda á las que trabajaron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también, y los demás mis colaboradores, cuyos nombres están en el libro de la vida.”
En otras palabras estamos hablando a los que el apóstol Pablo dice de Dios;
“Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.” ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.

Entonces, el perdido es el que tiene un derecho, un lugar, una meta, un fin y por desconocimiento se dirige asía ese rumbo que no le corresponde, una de las razones por la cual Dios nos hizo real sacerdocio y no es otra que la de anunciar las buenas nuevas a los perdidos y decirle hola por acá es el lugar, ¡aquí es su sitio de honor que el Creador separo para ti!

¿Sera que Dios solo te escogió para que fueras salvo y que te olvides de los demás?

¿Sera que solo es responsabilidad de los pastores y lideres? O un gran privilegio que mi Dios te ha otorgado?

Yo tengo una inmensa convicción de mi salvación  a la cual no me acogí por mi voluntad, sino por voluntad divina, y lo anterior no me acredita a pecar libremente ya que la salvación no se pierde, lo que pasa es que “no son todos los que están, ni están todos los que son” y el termómetro de la salvación o determinar quien es quien me parece que según la Palabra, “Por sus frutos les conocerán”   lo aclara todo.

Es de sumo cuidado pensar en el lindo regalo que Dios nos ha dado y de suma importancia ayudar a aquellos que se sienten indignos. Ayudar al perdido, no condenarlo, no escarnecerlo y por el contrario brindarle todo el amor que Cristo nos ha ofrecido gratuitamente. En la familia Ebenezer no estamos muy preocupados por los conceptos o interpretaciones humanas, solo estamos interesados en pasarle al perdido la “vara y el cayado”

Carlos Ernesto Díaz

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